SIN LÍMITES
Formaron parte del Cuerpo Imperial de Voluntarios
Por Raúl Torres Salmerón
¿Sabía usted que, en la Sierra Norte de Puebla, se asentaron numerosos húngaros luego de la intervención francesa en 1865, se cambiaron los apellidos y se quedaron a vivir?
Lo anterior lo dio a conocer en dos páginas de Facebook, México a Través de la Historia y Puebla Antigua, Valdemar Sánchez Bonilla de la Tres Veces Heroica Tetela de Ocampo, quien compartió la historia y una fotografía.
Con el llamativo título de Húngaros Arraigados en la Sierra Norte de Puebla, esta es la historia:
En octubre de 1864, a petición del Emperador Maximiliano a su hermano, Francisco José Emperador de Austria, se formó el Cuerpo Imperial de Voluntarios de Austria-Hungría, independiente del ejército francés, para operar militarmente en México.
El Comandante General de la Legión Austro-Húngara fue el conde Franz Graf von Thun und Hohenstein, Conde de Thun. El lugar de reclutamiento fue Liubliana, la actual Eslovenia.
En el período de entre el 19 de noviembre de 1864 y marzo de 1865, fueron 6 mil 812 hombres quienes se embarcaron en cinco barcos para el puerto de Veracruz.
A los oficiales del cuerpo Austro-Húngaro, Maximiliano les ofreció funciones con un grado arriba de las que tenían en Austria, además de pagas muy generosas. A los soldados se les ofrecieron tierras, mujeres, trabajo y nueva vida en México, por eso eran requisitos indispensables ser solteros, católicos y quedarse a vivir en el país.
Aunque el objetivo original de la Legión fue la protección de Maximiliano y Carlota, las tropas participaron activamente en las luchas entre la resistencia republicana e imperiales. Participaron mil 47 húngaros, 159 oficiales y 366 húsares.
En las tropas se encontraban varios médicos húngaros, Ede Hamvay, Simon Magyar, Alajos Miskey, István Paulay, Ede Szenger y también un cocinero húngaro, József Tüdős, al que menciona incluso en sus memorias el Secretario Particular de Maximiliano, José Luis Blasio.
De las actividades de los voluntarios austríacos así informó el Leipziger Illustrirte Zeitung en mayo de 1867:
“… en todas partes donde parecía mayor el peligro y más necesidad había de tropas de confianza, se utilizó a los austríacos y éstos lucharon entonces, hombre por hombre, como leones… pero los generales del país les hacían el reproche de que, por no estar familiarizados con las condiciones particulares del país y el tipo de ataque, no tuvieron siempre el suficiente cuidado en sus marchas y así cayeron reiteradas veces en emboscadas de las cuales sólo escaparon con graves bajas”.
A pesar de los inicios positivos, de entre 55 batallas en 1865, sólo en 9 fracasaron las tropas imperiales, el año de 1866 ya conllevó varias victorias republicanas, debido también al comienzo del retiro de las tropas francesas del país.
En diciembre de 1866, Maximiliano decretó la disolución de las legiones belga y austrohúngara.
A principios de 1867, solo los austriacos se quedaron a seguir defendiendo al imperio que se desmoronaba.
Tres mil 428 voluntarios austríacos decidieron volver a su país, mientras mil 11 se quedaron en México y se integraron en el Ejército Imperial Mexicano junto con tropas conservadoras mexicanas.
Después de terminar la guerra, muchos integrantes de esta Legión de diversas nacionalidades europeas se quedaron a vivir en varias regiones del país, como la Sierra Norte de Puebla, con nuevos apellidos y nombres, empezando una nueva vida.
La fuente que cita Sánchez Bonilla es: Húngaros en las Tropas de Maximiliano, Emperador de México, Año 2008. Editores: Ferenc Fischer, Domingo Lilón, Universidad de Pécs, Hungría.
Centro Iberoamericano/Universidad de Pécs, Hungría, Autora: Katalin Jancsó, Profesora Asociada del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Szeged, Hungría.
En la imagen adjunta se observan a tres austrohúngaros arraigados en México, donde muestran las condecoraciones del Segundo Imperio, adoptando vestimenta rural mexicana.
En fin, como dice el poema de autor anónimo Un Tetela Lejano:
Hubo hace mucho tiempo,
un Tetela que muchos no conocimos;
hecho de maíz y de lucha,
de canciones, de melancolía
al recordar los amores lejanos en la batalla,
por defender sus ideales día con día.
raultorress@hotmail.com
Abogado egresado de la UNAM. Fue reportero de El Heraldo de México, director de La Voz de Puebla, subdirector y director de El Sol de Puebla, director de Comunicación Social de los alcaldes Jorge Murad, Guillermo Pacheco y del gobernador Manuel Bartlett, director de El Heraldo de Puebla y director de El Popular.