México en medio del caos…resiste

Resilencia
Noticiero de la Sierra Norte
Por Carlos Castelán

Don Francisco J. Zárate nos dejó, para la situaciones difíciles y desesperadas una frase de aliento y resilencia; «en medio del caos siempre sale alguien o algo que encarna la esperanza» frase que describe la idea de que, incluso, en situaciones muy difíciles o desordenadas, siempre hay cosas situaciones o  personas que ofrecen consuelo, inspiración o un camino a seguir que es una afirmación sobre la resistencia humana y la capacidad de encontrar una luz entre la oscuridad.
La frase evoca la noción de que la esperanza no se pierde, sino que puede manifestarse de diferentes formas, a veces inesperadas en momentos de adversidad. Puede ser un gesto de bondad, una palabra de aliento o, incluso, la simple presencia de alguien que te recuerda que no estás solo.
La esperanza, en este contexto, no solo se refiere a la expectativa de un futuro mejor, sino también a la capacidad de encontrar significado y propósito en el presente, incluso cuando las cosas son complicadas. Es un recordatorio de que la humanidad tiene una profunda capacidad de adaptación y perseverancia y que. la solidaridad y el apoyo mutuo son esenciales para superar los momentos difíciles.
En resumen, la frase celebra la fuerza del espíritu humano y la importancia de buscar y encontrar la esperanza, incluso cuando todo parece perdido. no estamos solos, ni lo estaremos jamás.”
Todo esto muy alejado de aquella frase, célebre también, que el Dante encontró a las puertas del Infierno: «Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate», «Quienes ingresan al Infierno perded toda esperanza…” México se ha visto ya frente a esas puertas y se resiste a claudicar, no es un ente, no es una alma, son millones de personas, millones de almas cuya resilencia es atávica.
De allí que México, en las peores circunstancias siempre alberga, como en la caja de Pandora, allá muy adentro, en el último rincón de su alma la Esperanza que todos esperamos emerja en cualquier momento antes de extinguirse la tarde de ese crepúsculo que hoy gris se avizora negro y lleno de sombras.
Hoy, México se ha dado cuenta, por experiencia propia, que fueron vanas esas promesas y huecas esas acciones, que de un país lleno de alegría, paz y tranquilidad todo fue para trastocarlo en una zona de caos, miedo y falsas expectativas al grado que hemos sido reos de nuestras propias desdichas y, lo peor, como dijo el Quijote: siempre las desdichas persiguen al buen ingenio, no persiguen a los bellacos y, no obstante, poco se ha hecho para redifinir el camino y el gobierno aumenta el encono.
De allí que hoy, el país entero debe redifinir rumbos, trazar rutas y caminar senderos de esperanza y certidumbre porque muy mal está el ambiente cuando la política deja de ser una lucha leal y real, lejos de personas y de personajes que, muchos de ellos, con esa larga y enfangada cola de dinosaurios, sin mediar pudibundez arrastran y donde algunas personas serias y decentes, se juegan desde el prestigio hasta el nombre para ser aplastadas por el peso de la demagogia y la mentira fácil.
Sin embargo y aludiendo a ese país al que el artífice del actual caos nacional gusta mencionar, “No todo está perdido en Dinamarca”, porque si de frases se trata que retratan la realidad mexicana, traeremos a colación aquella de Hans Christian Andersen cuando el Rey pensando en lo bien vestido que iba se escuchó por las calles el grito de “El rey va desnudo…!” (Foto Redes Sociales)

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