Noticiero de la Sierra Norte
Por Carlos Castelán
Hoy, vale la pena recordar la redacción y promulgación del “Plan de San Luis”, el inicio de lo que más tarde sería La Revolución Mexicana y que durante 112 años significó, de alguna manera, un muro de contención a las aspiraciones caciquiles de muchos, más de los que atosigaron al país durante el Siglo XX y que en este Siglo XXI se fue por la borda para dar nacimiento a nuevos cotos de poder, principalmente familiar.
Cómo no recordar que la frase, “Sufragio Efectivo, No Reelección”, fue plasmada, durante más de un siglo, al calce de millones y millones de escritos públicos desde la Presidencia de la República, los Gobiernos de los Estados y los Gobiernos Municipales al igual que en sus Juntas Auxiliares o Rancherías, como para que este Gobierno de la “transformación (o trastocación) de un plumazo le quitara su validez para desembocar el futuro de México en nuevos cotos de poder oficial en familias, caciques, mílites, narcos y delincuentes que para el caso podrían ser sinónimos.
EL PLAN DE SAN LUIS
El Plan de San Luis fue un manifiesto creado el 6 de noviembre de 1910 por don Francisco I. Madero, en ese documento, el primer mártir de la Revolución convocaba al levantamiento de armas para culminar con “la dictadura de Porfirio Díaz y establecer elecciones libres y democráticas”. Asimismo en ese documento había el compromiso de restituir las tierras a los campesinos, mismas que les habían sido arrebatadas por los abusivos, ladrones políticos y hacendados a lo largo y ancho del país. Tal como parecería está aconteciendo en esta nuestra actualidad a más de un Siglo visto, con la modalidad que ahora hasta el Ejercito sería autorizado para entrar a la rebatinga.
El documento, que se redactó el 6 de Octubre en el año de 1910, en la ciudad de San Antonio, Texas, fue fechado el 5 de octubre, ya que fue el último el último día en que Madero estuvo preso en San Luis Potosí. En el documento se desconocía la enésima reelección de Porfirio Díaz en el cargo, anulando las recién pasadas elecciones y convocaba nuevos comicios, mientras que, Madero, asumiría la Presidencia de la República de manera Provisional. Además, proclamaba el principio de la No Reelección.
La fecha para dar inicio al levantamiento fue designada para el 20 de noviembre de 1910, a las seis de la tarde, sin embargo es de todos conocido que el proyecto de insurrección maderista, es decir, la Revolución Mexicana fue descubierto y se inició dos días antes, el 18 de Noviembre en la Ciudad de Puebla, cuando su dirigente local, Aquiles Serdán y su familia fueron descubiertos y su hogar, ubicado en la calle 6 Oriente 206, en el centro de la ciudad, fue su martirologio y con ello iniciaron “El Plan de San Luís”.
El país se inundó de copias del Plan de San Luis, pese a que aún no existían las Redes Sociales, la prensa capitalina informaba del desarrollo de un posible complot. Aunque, a fuer de decir la verdad, no se inició un verdadero movimiento armado el 20 de noviembre debido a que, al conocerse la muerte de los Serdán, grupos azuzados por la libertad, comenzaron a pelear, surgieron brotes de insurrección y levantamientos armados organizados a lo largo y ancho del país, cuyos triunfos culminaron con la renuncia de Porfirio Díaz quien partiría, exiliado, en el Ipiranga rumbo a Francia. Finalmente, el Plan de San Luis tuvo como consecuencia el triunfo de Francisco I. Madero en las elecciones presidenciales de 1911, en el marco de la Revolución Mexicana, una revolución de índole social que reclamaba la mejora de las condiciones de vida y trabajo para obreros, campesinos y marginados. Hoy, de nuevo cuenta la sombra de la incertidumbre se cierne sobre el país y comienzan los brotes de nuevos cotos de poder entre políticos, narcos, empresarios, el ejército y el que pueda enancarse en esta nueva Revolución de la Cuarta Transformación. Conste.
Periodista desde hace 40 años, ha laborado en todos los diarios de gran formato del Estado de Puebla con información, preferentemente de la Sierra Norte de Puebla.
