Crimen de Estado

Observatorio Político
Por Maquiavelo
Detienen a Murillo Karam, artífice de “la verdad histórica” en el caso Ayotzinapa
El Crimen de Estado sucedió desde el primer minuto en que desaparecieron los muchachos
Gobierno y medios de comunicación escondieron la información
CIUDAD DE MÉXICO.-Gaceta de la Sierra Norte.-NSN.- Tras las declaraciones que Alejandro Encinas hiciera al dar a conocer que, “la verdad histórica”, fue un acto orquestado desde lo más alto del Poder del Gobierno afloró lo que todos ya sabíamos pero nada moverá, sólo conmoverá.

Con ese nombre se ocultó la verdad de los hechos y se alteró la escena del crimen, concluyó Alejandro Encinas, el Caso Ayotzinapa  es un Crimen de Estado. Y estoviene muy bien en tiempos preelectorales.

Existen, dijo,33 órdenes de aprehensión (otras fuentes dicen que hay 83) y ya se ejecutó la primera. Cayó sobre la cabeza del ex Procurador de Justicia Jesús Murillo Karam quien fuera detenido al salir de su domicilio y quien, en su momento, hace 14 años, diera a conocer su “verdad histórica” y un “estoy muy cansado…” luego de que los estudiantes fueran arteramente acorralados, ferozmente ultimados y luego desaparecido todo resto de ellos.

En el operativo para la detención de  Murillo Karam participó personal de la Secretaría de Marina Armada de México, el detenido no opuso resistencia, fue esposado y trasladado a las instalaciones de la Fiscalía y puesto a disposición de la autoridad judicial, asentó.

LA VERDAD HISTÓRICA
Aunque Encinas, luego de 8 años, admitiera que la desaparición de 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapa, Guerrero, fue un crimen de Estado su informe no distó mucho de la conocida “verdad histórica” de Murillo Karam en la cual, desde el principio, Vox Populi vox Dei, se sabía que en este crimen estuvieron involucrados, hasta el tuétano, autoridades de todos los niveles y por las cuales las investigaciones no se extendieron a mandos del Ejército y la Armada y que hoy, menos sería posible dado que se encuentran claramente blindados, al detentar puestos importantes en el organigrama castrense, es decir, vivirán en la impunidad, pese al título de “Crimen de Estado” y esto se contrapone al clamor de los padres de familia que quieren castigo ejemplar para todos los involucrados. Mejor se encaminaron hacia los mafiosos, mariguaneros, funcionarios y policías municipales y otros por allí involucrados en el chaleco.

El ocultamiento de pruebas, por parte de los “jefes” sobre lo acontecido la noche del viernes 26 de Septiembre de 2014, conocido como La Verdadera Noche de Iguala de la colega periodista Anabel Hernández no tiene desperdicio y sin duda, veremos una repetición de estos hechos.

EL SÁBADO, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2014
En este mismo escenario de la 4T, a ocho años de distancia de la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, todo seguirá igual, porque en los hechos se desconoce la realidad de lo que ocurrió ese 26 de septiembre del 2014 en Iguala y, en el cual, en México, en el amanecer el día 27 de Septiembre de 2014, el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong jugó su papel de encubridor.

Esto luego de que fuera “sorprendido” por los camarógrafos saliendo en camisa, a las volandas, de su oficina para recibir a los miles de estudiantes del Politécnico que en manifestación iban hacia allí por lo que, cuando se le vio salir de sus oficinas arremangándose la camisa y extendiendo los brazos para tomar con sus manos el pliego petitorio de los manifestantes, prometió que todo lo que querían se cumpliría. Así tuvo su papel en este ocultamiento de sangrientos hechos acontecidos horas antes en Iguala dado que, a esas horas, el encargado de la política y la Seguridad Nacional, sabía todo, pero el caso era pasar a otra cosa y que se fueran los manifestantes antes de que conocieran la Noche de Iguala.

Y esto cuando ya, en Ayotzinapa, todo había sucedido.

Los medios silenciosos o silenciados, el gobierno no acababa por dar a conocer la infausta noticia no sea que la noticia corriera entre las filas de los estudiantes politécnicos manifestantes -que por miles abarrotaban las calles- y llegaron hasta Bucareli en son de sus justas demandas que, de haberse conocido, se habría incendiado la Ciudad de México. La noticia se conoció a partir del lunes siguiente aunque enfocaron más la atención de las primeras planas al caso Tlatlaya.

Estos hechos fueron omitidos por Encinas en su propia “verdad histórica”, ya que desde ese momento la desaparición de los muchachos, cruelmente asesinados y desaparecidos era ya, desde antes de la famosa “verdad histórica” de Murillo Karam, un Crimen de Estado. Todo indicaba encubrimiento y una protección oficial al Ejército que, por omisión o colusión, tuvieron una actuación directa, sobre todo, los mandos que en esos días estaban en funciones y actualmente encaramados en el organigrama castrense, en lo más alto, les podría garantizar impunidad en este “Crimen de Estado”.

La noticia de Encinas no es otra cosa más que una repetición, la caricatura del perro que corretea su cola y no termina por morderla. “Son tiempos preelectorales y hay que hacer ruido, acabar con los neoliberales y los conservadores” parece ser la orden. Me canso ganso. Por lo que, en breve, Veremos y Diremos.

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