Observatorio Político
Por Maquiavelo
Las irregularidades, las ilegalidades y los soslayos parecerían ser el modo de operación de las autoridades, tanto del Municipio como del Estado que afloraron por el caso del joven abogado linchado en el pueblo de Papatlazolco, Daniel Picazo.
Este horrendo caso que ya es llamado “La Noche de Papatlazolco”, llenó de oprobio al pueblo de Huauchinango, destapó la cloaca en que se encuentra inmersa la región serrana tanto en el aspecto administrativo municipal como en la aplicación y administración de la Justicia por parte de la Fiscalía General del Estado.
De fuentes extraoficiales, que pidieron guardar el anonimato para evitar represalias, y debido a que por parte del Ayuntamiento no existe ningún comunicado al respecto puesto que ni siquiera se conocen otros boletines sobre su desempeño administrativo trascendió que, al menos, una veintena de policías “habilitados”, de esos que se visten como policías, caminan como policías actúan como policías, pero no son policías, habrían sido dados de baja debido, principalmente, a la usurpación de funciones que cometen al no estar debidamente capacitados, certificados, contratados y adecuados para tal desempeño.
Esta irregularidad que ha merecido que algunos alcaldes de municipios poblanos se encuentren hoy tras las rejas, en la cárcel, por haber violado la Ley de Seguridad Pública al respecto, fue corregida a las volandas luego de que este medio fuera el único que diera a conocer la explotación de la que estaban siendo los elementos malamente contratados así como exponiendo a las manos de la criminalidad a la ciudadanía ya que, al no estar debidamente capacitados para “proteger y servir”, tal cual es el lema de las fuerzas de seguridad ciudadana, hasta ellos mismos ponen sus vidas en riesgo.
Por otro lado, estas mismas fuentes ignoran cómo y de qué manera algunos de estos elementos, uniformados que debieron haber ido a declarar ante el MP en el caso del linchado en Papatlazolco, se habrían identificado oficialmente ante el Agente del Ministerio Público ya que, como policías hechos y derechos, agentes debidamente habilitados, debieron haber presentado su credencial oficial al respecto y no con una simple y sencilla credencial del IFE que todos, en este mundo mexicano tenemos, nosotros los mortales, para identificarnos.
Este solo hecho debió haber bastado para abrir una carpeta de investigación sobre el tipo de delitos cometidos de manera oficial por la Comuna entera ya que no sólo el alcalde es responsable de esta fechoría sino el Cabildo en pleno, el Síndico Municipal es decir, las autoridades legítimamente elegidas por el pueblo en las urnas, por solapar y no oponerse a estas prácticas que en el pasado eran no sólo fuentes de corrupción, malos manejos sino de abusos contra la población.
Anteriormente, los policías “patito, al no contar con el sueldo suficiente para mantener a su familia, se daban malamente a la tarea de “bolsear” borrachitos, jalonear meretrices, coaccionar cantinuchas, detener presuntos delincuentes y narcotraficantes, dejarlos ir con “una mordida”, todo con el fin de acabalar su semana hasta sobrepasar su propio sueldo oficial y así, todos contentos y, la Ley?, con la venda levantada por un ojo y mirando para otro lado.
Aciagos tiempos nos toca vivir cuando considerábamos que estas prácticas deleznables se habrían terminado, sin embargo parecerían haber tomado carta de residencia y resistencia a la Ley.
Éste podría haber sido el punto álgido por el que, el propio Fiscal del Estado, de quien ser rumoró, (porque nada oficial hubo) vendría a esta ciudad para inspeccionar el caso del joven abogado linchado en Papatlazolco, cancelaría su visita ya que sería motivo de cuestionamiento de parte de los periodistas por este tema que para él habría sido muy escabroso ya que no sólo tendría que haber explicado lo inexplicable, sino abrir carpetas de investigación que se cerrarían cuando el alcalde y sus corifeos fueran aprehendidos y metidos en chirona por estas graves violaciones a la Ley de Seguridad Pública al no contar, los “policías” con el Certificado Único Policial que es menester para cumplir con sus funciones para la Seguridad Pública Municipal. Así que, en breve, más veremos y más diremos sobre este caso de corrupción y violencia organizada solapada. Conste.
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