El enredo México-USA y los Cárteles de la Droga

Observatorio Político
Un As en la manga el control de venta de armas
Por Maquiavelo
La designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas no es nada nuevo, ya desde hace algunos años, algunos legisladores y grupos políticos en EE.UU. han presionado para que los cárteles mexicanos sean considerados organizaciones terroristas extranjeras (FTO) pero si bien no ha sido una política oficial del gobierno estadounidense en su totalidad, sí ha habido iniciativas para sancionar a estos grupos con un marco legal similar al del terrorismo.

Esto, sin embargo, y lo estamos viviendo, hay ya consecuencias inmediatas para México ya que se observa una intervención más agresiva de EE.UU, lo que podría, en el futuro inmediato, aunque con la anuencia del Gobierno de México, abrir la puerta a operaciones militares conjuntas Mexico-Estadounidenses con el fin de evitar tensiones diplomáticas y sin mayor riesgo de confrontaciones directas y las perniciosas sanciones económicas.

Sin duda, el gobierno de México podría verse forzado a aceptar nuevas estrategias de colaboración en seguridad, como una mayor presencia de agentes de la DEA o incluso acuerdos de intervención directa, pese a que en el sexenio de López Obrador los haya expulsado del país.

Por otro lado, la confrontación política entre México y los Estados Unidos, donde la respuesta sería la imposición de arancelas más altos, como el 25 por ciento afectaría directamente a las actividades económicas de inversión extranjera en el país, además de poner bajo la lupa a empresas mexicanas con algún vínculo indirecto con personas o entidades sancionadas por sus nexos y no sólo podrían sufrir bloqueos financieros sino restricciones comerciales en EE.UU.

Por otro lado, estamos viendo como este nombramiento a los Cárteles de la Droga dan a los EE.UU una mayor justificación para establecer leyes y políticas más estrictas: La calificación podría dar lugar para endurecer políticas migratorias bajo el argumento de “seguridad nacional” y reforzar militarización de la frontera, lo que ya ha sucedido.

Al considerar EEUU a los Cárteles de la droga como terroristas, EE.UU justificará ataques preventivos o sanciones a empresas mexicanas que, directa o indirectamente, tengan relación con estos grupos.

La respuesta de México
Dentro de estos dimes y diretes si bien la sentencia mexicana contra los fabricantes de armas en EEUU es su condena contra la laxitud en la regulación de armas en EE.UU al facilitar el tráfico de armas a los cárteles y que ello alimenta la violencia en el país. En este contexto el fallo, que considera a los fabricantes de armas estadounidenses como corresponsables de la violencia criminal en México, es una decisión sin precedentes.

No se puede evitar conocer que las empresas armamentísticas tienen un fuerte cabildeo en Washington y podría llevar a presiones sobre México en otros sectores, como manufactura, energía o agricultura.

Sin embargo, esta exigencia de México, ha logrado tener respaldo internacional, sobre todo de países afectados por armas provenientes de EE.UU., como Colombia y algunos en Centroamérica, podrían alinearse con México, presionando a Washington para un mayor control del comercio de armas.

Así que esta exigencia mexicana, legítima y natural, es un precedente de riesgo para la industria de armas norteamericana ya que si prospera y se logra responsabilizar a fabricantes por la violencia, otros países podrían activar demandas similares a la de México contra estas empresas estadounidense.  Lo que ya, de entrada, provoca inquietud entre los sectores políticos pro-armas que, incluso, podría ser usada en el debate interno de EE.UU. de manera política sobre el control de armas, generando mayor polarización.
Así que no debemos soslayar que en el momento actual México y los EEUU ya están viviendo implicaciones políticas, económicas y de seguridad bastante complejas para sus relaciones con estas acciones. Pero en fin, Veremos y Diremos. Conste.
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