¡Buenos Días, Huauchinango!
Por El Huachi
Para quienes nacimos en este pedacito de esmeralda que es la Sierra Norte de Puebla y sobrevivimos a los avatares de la vida, en la actualidad, hasta cerca de los 80 años, sabemos y conocemos el clima.
En aquellos nuestros primeros años de vida escuchábamos a nuestros mayores decir: “En Huauchinango sólo hay dos estaciones; la de lluvias y la del Tren de Beristáin…” debido a que no había día del año que no cayera la lluvia y, el ambiente era algo así como el que describe en su libro “Muerte por agua” Julieta Campos:
Llovía. Las gotas caían espaciadas y duras. Había otras en sordina, como un acompañamiento tímido, bastante lejano. Sin transición, el tic-tic de las gotas se hacía más rápido y empezaba a escucharse un ruido áspero, de agua que caía en pequeños y luego en grandes torrentes. Era el aguacero. Detrás de las ventanas, de las paredes, de las puertas cerradas, de las persianas ligeramente entreabiertas había un repliegue, un intervalo. No pararía de llover…Los hongos y el moho, todo lo invadían…Ese era nuestro Huauchinango desde mediados de los 40’s hasta hace algunos pocos años.
En la actualidad podríamos decir la contra de nuestra antigua conseja; que “el Tren de Beristáin ya despareció y por lo visto la estación de lluvias también….”
Así que de acuerdo con el Sistema Meteorológico Nacional SMN, las temperaturas en estos días andarán entre los 40 a 45 °C en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas.
Sin embargo en la Sierra Norte, específicamente en Huauchinango el pronóstico de calor más alto es para el próximo Jueves 22 de Julio rondará los 35 grados y, en breve, dos días más tarde, según nos enseñó la tradición el cielo se caerá a cubetadas como corresponde a todo día 24 de Junio que se respete.
Ya que es el Día de San Juan, fecha en la que no sólo se declara inaugurada formalmente la temporada de lluvias en esta comarca, sino que sirve para que los campesinos vayan a “varear” los árboles frutales, es decir, darles de varazos a los árboles frutales que se han negado a dar sus frutos jugosos y sabrosos, de la variedad que sean, es decir: “hay que varear a los árboles güevones…” para que no se muestren austeros en sus propias cosechas.
Por eso y más, cada año en Xicotepec, se lleva a cabo una gran fiesta a San Juan Techachalco.
El evento anual se realiza en un sitio conocido como “La Xochipila”, una roca alta a la vera de un río (hoy aguas de drenaje) que se considera lugar sagrado y adorada, por motivos ancestrales para pedir la lluvia. El sitio era más extenso y la peña ha sido modificada como todo lo indígena, coronada por una cruz extremeña. Sobre la roca se reparte una gran ofrenda floral para pedir por la lluvia.
Al sitio acuden vecinos de los pueblos cercanos con ramos y collares de flores, se extiende sobre el ambiente un sahumerio, oloroso a copal, sahumerio y la gente se adormecen por el tam-tam del tradicional Teponaztli, una especie de tambor elaborado de un tronco de árbol hueco y con un sonar intermitente que en su conjuro llama a la adoración a las almas de los muertos y los cuerpos de los vivos.
Por el atardecer el cielo preñado de nubes negras como la adversidad, se abren para dejar caer su cúmulo de agua, fresca, vivificante que renueva la tierra y con su esencia las plantas, el pasto y los árboles agradecen con renuevos verdes y exuberantes, el agua es vida.
Así que, en estos tiempos de estío, canícula, veranillo o calores, el 24 de Junio significa un pacto renovado entre la vida y la muerte, la abundancia y la carencia. Hagamos caso a los viejos y a la tradición y esperamos que este año sea un ejemplo de que la humanidad debe cambiar su sistema de vida, so pena de acabar con San Juan Techachalco y con ello el hálito de vida que lucha por sobrevivir incluso, toparnos con aquella frase que el Dante encontró a las puertas del Infierno: «Perded, toda esperanza…» Conste.
La Gaceta de la Sierra Norte es un sitio de noticias de los acontecimientos más relevantes del Municipio de Huauchinango, Puebla y la región Septentrional Poblana.