El Sismo más importante a inicios del Siglo XX

Historia
Fue al inicio del movimiento armado más importante en México contemporáneo cuando se registró un sismo en tiempos de la Revolución Mexicana, el evento sucedió en el llamado Graben de Acambay. Se considera uno de los movimientos telúricos más importantes registrados en el Eje Volcánico Transmexicano (EVT), el cual afectó severamente los municipios cercanos al epicentro

El Graben, es una fosa tectónica que forma una larga depresión limitada en ambos lados por fallas normales paralelas, que deja bloques elevados y entre los cuales el terreno se ha hundido por fuerzas internas.

Todo sucedió el martes 19 noviembre de 1912, cuando a las 7:55 horas un sismo de magnitud 6.9 se originó en el municipio de Acambay, Estado de México. Causó daños considerables en poblaciones cercanas del epicentro, alcanzando intensidades de hasta X (escala modificada de Mercalli). Si se repitiese un sismo con características similares (región epicentral y magnitud), las afectaciones en el epicentro y la Ciudad de México, serían significativas.

El municipio de Acambay se sitúa 80 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México, dentro del Eje Volcánico Transmexicano (EVT), donde se encuentran numerosas fallas geológicas regionales con distintos grados de actividad sísmica.

 El Graben de Acambay es una estructura que tiene 40 kilómetros e longitud y 15 kilómetros de ancho, aproximadamente.

Está delimitado por cuatro fallas normales mayores de orientación este-oeste (E-O): las fallas Acambay-Tixmadejé y Epitacio Huerta, por el Norte; y las fallas Venta de Bravo y Pastores, por el Sur. En el centro del Graben, el sistema de fallas Temascalcingo-Tepuxtepec-Acámbaro, atraviesa toda la cuenca de Este a Oeste.

En esa ocasión se reportaron 140 personas fallecidas por el derrumbe de diversas estructuras. Las edificaciones colapsadas fueron de arquitectura colonial, así como numerosas casas de ladrillo y adobe y monumentos de estilo barroco. Los principales daños fueron registrados en las poblaciones de Acambay, Temascalcingo y San Andrés de Timilpan; entre otras. Con base en los relatos históricos se puede conocer acerca de los graves daños que causó el sismo:

“Sólo quedaron ruinas del pueblo de Acambay… pues no quedó ni una sola casa en pie, habiéndose derrumbado la iglesia en el momento que se celebraba una misa…” (Periódico El imparcial, 21 de noviembre de 1912).

Para este tipo de terremotos, el tiempo de llegada de las ondas sísmicas a la zona metropolitana de la Ciudad de México es muy corto; es importante siempre estar preparados.

La frecuencia de los sismos en el país y la cantidad de zonas vulnerables, exigen que se tomen medidas preventivas que puedan mitigar o reducir los efectos de estos fenómenos.
Fuente: Cenapred

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