Noticiero de la Sierra Norte
Por Carlos Castelán
El triunfo de Claudia Sheimbaum, su partido MORENA y sus partidos satélites, rémoras o parásitos como algunos acostumbran llamarlos, sorprendió a propios y extraños. Si bien los más demócratas o al menos a los que se conoce como tales, no lograron siquiera el número suficiente de escaños para contener algún avasallamiento en el Congreso de la Unión el interés internacional, de entrada, sí lo hizo y de manera tan contundente que el manotazo se escuchó alrededor del orbe.
Pese a que mayoría de los entrenados medios de comunicación no profundizaron en el tema, estas señales son la manera que el mundo tiene para mantener dentro de los parámetros establecidos los proyectos, programas y compromisos de los países que, como en México trataron de minimizar pero a quienes logramos captar el mensaje comprendimos que no todo está perdido en Dinamarca.
Hemos de recordar que mientras la fiesta del triunfo morenista aún no acababa, el confeti y las serpentinas seguían volando en el ambiente y el sonido de las fanfarrias resonaba al amanecer del otro día y aún en medio de la cruda triunfal, por la tarde de ese lunes el crack! que se escuchó, hizo que los celebrantes callaran y aguzaran sus oídos ya que, como un tsunami, el rumor finalmente comprobado, de que el peso mexicano cerraba la sesión con una depreciación de más del cuatro por ciento frente al dólar, era una clara señal de que no todo estaba perdido.
Las señales apuntan a que el avasallamiento de Morena en las urnas para quedarse en el Congreso de la Unión, Cámara de Diputados y Cámara de Senadores en donde cualquier hijo de vecino, con ínfulas de Dictador, podría presentar cualquier tipo de iniciativa y ser, sin mayores trámites aprobada inquietó a la gallera.
El motivo de que los celebrantes callaran su algarabía triunfal se debió a que por la tarde, de ese día, lunes 3 de Junio, el tipo de cambio cerró la sesión cotizando en 17.7141 pesos por dólar, lo que representó una depreciación de 4.40% respecto a los 16.9682 pesos que reportó Banco de México (Banxico) al cierre, tres días antes, el viernes.
Esto alarmó al gobierno de México, tanto al que se va como al que llega, al grado que fue de urgente y necesaria resolución, que saliera la virtual triunfadora del proceso electoral, Claudia Sheimbaum, para dar a conocer, aunque no fueran los tiempos, de que Rogelio Eduardo Ramírez de la O, economista, empresario y político mexicano quien desde el pasado 3 de Agosto de 2021 fue nombrado en ese puesto por Andrés Manuel López Obrador, Secretario de Hacienda, seguiría a cargo de las finanzas nacionales, lo que tuvo la virtud de calmar un poco la turbulencia de las aguas que provocó la ola avasalladora morenista en las urnas.
Y no es poca cosa tal reacción internacional si tenemos en cuenta de que va a ser el único muro de contención de las insufladas y vanidosas intenciones de hacer lo que los morenistas les venga en gana en el Congreso sin que haya consecuencias.
De allí que quiéranlo o no, la política interna de México, ligada íntimamente a la política exterior, deberá hilar muy fino para no crear oleajes que lleven al gobierno a dar bandazos o, como en este caso, a adelantar hechos como el nombramiento de quien se encargará de la políticas financieras nacionales evidenciando con esto su debilidad y su falta de tacto para asegurar que los mercados internacionales no deberán, por el triunfo de Morena, preocuparse por sus inversiones y negocios en (y con) México, que todos caminarán por el mismo lado de la acera a un ritmo pausado y cauteloso. Así que, pese a Morena contar con la mayoría del Congreso de la Unión carecerá de la autonomía suficiente para legislar algo que no sólo al país y a los mexicanos no convenga, sin a los socios comerciales a quienes, el próximo Secretario de Relaciones Exteriores, se encargará de cepillarles el traje y quitarles las arrugas para que todo luzca impecable. Y, eso, sin duda, es una esperanza para los mexicanos que esperamos apertura, congruencia y sobre todo, gobernabilidad en el país que, sin duda, pasa por la Seguridad para todo México. Pero eso lo Veremos y lo Diremos. Conste.
Periodista desde hace 40 años, ha laborado en todos los diarios de gran formato del Estado de Puebla con información, preferentemente de la Sierra Norte de Puebla.