Observatorio Político
Por Maquiavelo.
Por si a alguien no le había quedado bien claro de que lado masca la iguana, la Marcha por la Democracia que sumó a millones de mexicanos y se escenificó ayer domingo en ciudades de todos los Estados del país y alrededor del mundo, pero que tuvo como epicentro la Ciudad de México, la algarabía de tanta gente allí reunida, la respuesta nacional y mundial a este hecho fue tan grande que, al terminar y cantar el Himno Nacional, al mismo tiempo sonaron a rebato las campanas de Catedral, mismas que sirvieron de colofón.
Con ciudadanos vestidos con los colores rosa y blanco, divisa de una democracia encarnada en nuestro país por el Instituto Federal Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, orador único en el evento fue observado por cientos de miles reunidos en la plancha central del zócalo capitalino y, escuchado su mensaje, por millones en todo el país y el mundo entero. Un discurso que, como dejara inscrito, Baltazar Gracián; Si por breve bueno, dos veces bueno.
Tácito sentenció que no se vale exigir reglas de equidad y condiciones justas en la competencia política siendo oposición y violarlas sistemáticamente siendo gobierno, esa deslealtad hoy pone en peligro a nuestra democracia”, en alusión directa a un Andrés Manuel López Obrador para quien la Ley no es la Ley y, en ese momento, ausente del Palacio amurallado -que le sirve como vivienda- rodeado por una alta fortaleza de planchas de hierro, como si la gente, los pacíficos manifestantes, fueran a asaltar esa centenaria fortificación.
Sin embargo, dejaron allí y podrá guardar como recuerdo, las mantas, cartulinas y pintas llenas de frases y reconvenciones ciudadanas sobre su modo de gobernar y tratar de eliminar la limpieza y la misma rigurosidad electoral que le hizo llegar al Poder al tiempo que le exigían dejar la Democracia en paz.
Este gobierno, señaló fustigante el orador; pretende destruir la escalera que le permitió acceder al Poder, para que nadie más pueda transitarla. La Democracia, no cayó de lo alto, ni es una concesión graciosa ni un regalo del poder, añadió.
Y prosiguió: La vida democrática va más allá del voto libre, implica el derecho a acudir a los jueces cuando se es atacado, a tener acceso a la información de la obra pública, garantías para el libre ejercicio periodístico o la posibilidad de que la Suprema Corte anule una ley anticonstitucional.
Recordó el paquete de iniciativas que fueron presentadas por AMLO recientemente ante el Congreso de México, calificándolo como un proyecto de regresión autoritaria en las cuales, el principal objetivo es, fustigó; destruir las instituciones tal y como las conocemos.
Y enumeró que dentro de esas iniciativas se busca la desaparición de los órganos autónomos para que sea el mismo Gobierno quien se vigile, algo así como sucedía hace 30 años, cuando existía en México, una Presidencia autoritaria.
Recordó cuando en el pasado el disentir del gobierno se era preso de persecución política a través de procesos penales y juicios políticos, reducciones presupuestales…etc.
Las instituciones se pueden tocar con fines de mejorarlas, pero destruirlas, destazarlas, cancelarlas, fustigó el orador. “lo decimos fuerte y claro, las instituciones no se tocan”.
Al final de su discurso, Córdova Vianello, hizo un llamado a los mexicanos para que participen como funcionarios de casilla, como observadores electorales y a votar de manera masiva el próximo 2 de Junio.
La democracia es una obra colectiva y su defensa también lo es. Si los autoritarios no descansan, tampoco lo haremos quienes defendemos la libertad y la democracia.
Estamos aquí para defender algo que es nuestro y que no vamos a permitir que nos lo arrebaten.” Así fue, así es, ahora, Veremos y Diremos.
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