Narco-violencia en los estadios?

Observatorio Político
Por Maquiavelo

Ya en el pasado hemos visto, leído y enterado de la violencia de las llamadas “barras”. Seguidores de los equipos de futbol soccer donde la gente sufre en los momentos cuando la pasión se desborda y la violencia aparece y, por ello lo que se ve y hemos visto, a lo largo de los años es que lejos de desaparecer esta violencia se recrudece, lo que actores externos aprovechan para penetrar y atizar con su propia capacidad de fuego.

Sin duda, las canchas de futbol trastocaron su función de un sitio para el juego de las patadas y empujones entre jugadores uniformados, a una zona para dirimir conflictos y ganar espacios rentables en detrimento de la fanaticada por un lucrativo negocio.

Lo que vimos, leímos y escuchamos que sucedió el fin de semana en el Estadio Corregidora en Querétaro en el juego entre los equipos, local Gallos Blancos y el visitante Atlas, que terminó como el Rosario de Amozoc debe ser de gran preocupación, si hemos de recordar a los fanáticos del fútbol en Inglaterra, pero aquí con otros actores, más violentos, más letales.

Ya en fecha anterior, el 22 de Febrero recién pasado para ser exactos, el doctor Hugo Sánchez Gudiño, profesor e investigador de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM, alertó sobre lo que llamó la cartelización de la violencia en el fútbol…, situación queno sólo no debe ser minimizada,  sino investigada por la probable infiltración de grupos delictivos en las barras de los equipos.
Muy parecido, aunque un poco diferente -porque hubo arrestados- a lo que en aquella ocasión sucedió cuando presuntos aficionados de los Rayados de Monterrey manifestaron su descontento con el equipo en el Mundial de Clubes. La bronca comenzó durante el segundo tiempo del partido de Rayados ante América en la zona del lado norte, lugar en donde están los integrantes de la barra del equipo de Monterrey.
Situación que se repetía ya que anteriormente hubo un connato de bronca entre los elementos de seguridad y aficionados, un partido ante Bravos.
La cartelización de la violencia en el fútbol no debe ser minimizada, pues habla de la infiltración de células delictivas en los grupos de animación de este deporte en México… señaló  Sánchez Gudiño quien, en aquella ocasión lanzó esta alerta y pidió que el club Monterrey y la Liga MX denuncien e investiguen hasta dar con los responsables de la amenaza contra el entrenador Javier Aguirre; el presidente Deportivo, Duilio Davino, y el presidente del Consejo de Administración, José González Ornelas.
Y es que lasmantas, fotos y leyendas sobre lo que pasaría a estas personas, es de una gran violencia y causó terror entre la población.
En México todavía no se encuentra la manera de erradicar la violencia de los estadios de futbol y los grupos de apoyo siguen importando e imitando rituales de animación que en otros países han significado muertes de aficionados, asegura el letrado. Para nadie sería raro que tras la política de “abrazos no balazos…”, aunque los balazos provengan del otro lado de la Ley, los delincuentes, mejor organizados que las autoridades, se apoderen de los partidos de futbol y en el colmo de las estulticias, los estadios, equipos, dueños y jugadores, deban pagas protección y su “piso” para poder jugar y llevar los 90 minutos de juego más los de compensación a que haya lugar, en santa paz.

Se espera que no se vuelva a repetir, de ninguna manera, la violencia en los estadios y que debe ser castigada por la Ley de manera muy servara habida cuenta que miles de mexicanos, familias enteras, son seguidores de los equipos contendientes que deben ver, seguir y observar los partidos en los estadios, si bien con la pasión de su fanaticada, todo dentro de la Ley y el Orden que debe prevalecer.
Pero esto lo veremos y lo diremos, en cuanto haya otro partido destacado. Conste.

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