Aspirantes, precandidatos y busca-chamba

Observatorio Político
Por Maquiavelo
Sin duda dos eventualidades en el año 2020 marcarán a México en una etapa señaladamente disímbola a nivel nacional y con repercusiones en cada Estado del país y en cada rincón de nuestro territorio nacional.

Uno de ellos es la Pandemia de Coronavirus y el otro es un proceso electoral sin precedentes, tanto como elegir a 21 mil personas para un cargo de elección popular en donde podrían participar hasta 95 millones de electores en medio de una crisis, no sólo de salud que es la más grave de todos los tiempos, sino de desencanto por el gobierno que impulsó MORENA y, sin duda, a dos años visto es una verdadera decepción nacional.

Muchos los llamados, pocos los elegidos
De acuerdo con el instituto Nacional Electoral, INE, a partir del pasado día 7 de septiembre dio inicio formal al proceso electoral para renovar 500 diputados federales, 15 gobernaturas, mil 63 diputados de 30 congresos locales y mil 926 ayuntamientos en 30 estados.

En el Estado de Puebla elegiremos a 26 diputados de mayoría relativa, 15 Diputados de representación proporcional. Asimismo se elegirán 217 Presidentes Municipales y Alcaldías, igual número, -217-            Síndicos Municipales y finalmente mil 810 Regidurías, en total dos mil 285 puestos de elección popular.

Y si a eso agregamos que cada puesto es impulsado por cuando menos un equipo de campaña que fluctuaría, según del municipio del que se trate, de entre los cien y 800 o mil promotores, estamos hablando de mucha gente que va a cambiar de puesto y lo mismo unos van a perder su fuente de ingresos y otros una nómina por cuando menos tres años o seis, según el campo de batalla donde van a dejar sangre, sudor y lágrimas.

A nivel nacional, según cifras del INE hay al menos 95 millones de mexicanos con credencial de elector vigente para poder votar, algo así como cinco millones de personas más que en 2018, según sus propias estimaciones y agregaron que se instalarán 164 mil 550 casillas (mesas electorales), casi ocho mil más que en la última elección federal.

Así, en este panorama, al menos en las cabeceras distritales de la Sierra Norte muchos son los llamados, pocos, muy pocos los elegidos, pero, lo que más llama la atención es la presencia de gente completamente alejada de la política y que carece de siquiera una verdadera capacidad de comunicarse con el electorado, no muestran más empatía con el pueblo que de dientes para afuera y otros que ya han gobernado pero no los ubican con trabajos verdaderamente de impacto social y menos de atención a las personas, tal como lo hemos visto en la actual administración municipal, distante del pueblo y más aquerenciada con sus propios intereses. 

Los que quieren y no
Muchos sólo hacen ruido para que los ubiquen, los vean y en el momento que juzguen adecuado unirse a quien sea más rentable, políticamente hablando y luego vendrán los asegunes y en esa tesitura entran, por ejemplo, algunos jóvenes que se dicen “aspirantes” pero que, sin ningún carisma natural y menos empatía con las personas, juniors consentidos sin oficio ni beneficio que únicamente buscan un salario y lo hacen de la manera más burda y cínica, como si la gente de su pueblo ignorara sus necesidades, su ignorancia, sus aventuras y su propia ineptitud.  

Otros hay que son verdaderas Chuchas Cuereras que se han desarrollado en otros ámbitos políticos y que a base de golpes, traiciones y amenazas someten a la gente y se dicen redentores incluso hay quienes abren un estanquillo de la política a la que llaman “Fundación” que “regalan” lo mismo gel antibacterial que “sanitizan” (mejor sería decir satanizan) galpones, comida, ropa, láminas para techos o bultos de cemento a una depauperada población rural que ven como un permanente proveedor de votos a cambio de lo que les den, tan en baja estima tienen a sus propios paisanos.

Sin embargo, contados, pocos o ninguno se mira con proyectos verdaderos que pudieran aterrizar de lograr ganar un proceso electoral de frente o por interpósita persona. Por eso la gente, el pueblo llano debe analizar qué, quién, cómo y dónde depositar la confianza de su voto, porque con ello vivirán un trienio o un sexenio más de su vida. Por vía de mientras veremos y diremos. Conste.