Noticiero de la Sierra Norte
AMLO a dos años del inicio
Por Carlos Castelán
Sin duda el tsunami llamado AMLO que el pasado mes de julio de 2018 arrasara al país y, como cualquier fenómeno natural desmanteló lo que tenía enfrente para luego retraerse y dejar arrinconada allí, en cualquier lugar a la población damnificada, así pasó en Huauchinango.
Esto lo conocimos luego de que, incluso, personeros de Gustavo Vargas fueran a despertarlo del quinto sueño en el que se encontraba seguro de que ni por pienso apostaba a ganar el proceso electoral, tardó todavía algún tiempo en asumir esa realidad.
El festejo a nivel nacional por la derrota del PRI, PAN, PRD por corifeos que acompañan a MORENA, fue arrebatador. La gente contenta vituperaba a los perdedores, enaltecía al nuevo fenómeno de la política nacional, era un héroe de talla mundial.
A dos años visto, de la aceptación pasó a la decepción. Si bien todavía no alcanza los mismos masivos niveles, aún hay tiempo para llegar, apenas, como en los toros, es el primer tercio, cambiamos de Verónicas y Revoleras a las banderillas y picas, lo que nos debe preparar para lo que viene.
Hemos de recordar parte del discurso que AMLO nos endilgó en su toma de posesión, hace dos años y que a la letra dice: “Ahora, nosotros queremos convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno. No se trata de un asunto retórico o propagandístico, estos postulados se sustentan en la convicción de que la crisis de México se originó, no solo por el fracaso del modelo económico neoliberal aplicado en los últimos 36 años , sino también por el predominio en este periodo de la más inmunda corrupción pública y privada.
En otras palabras, como lo hemos repetido durante muchos años, nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y de la pequeña minoría que ha lucrado con el influyentismo.
Esa es la causa principal de la desigualdad económica y social, y también de la inseguridad y de la violencia que padecemos.
Bajo esta premisa, estimado lector-elector, usted considera que a dos años vista podemos decir que, al menos en estos rubros, sin hablar del aumento en el número de asesinatos, tampoco sobre violencia contra las mujeres, el desprecio oficial contra quienes buscan a sus familiares desaparecidos vamos bien en honestidad y fraternidad?
Cuando en los hechos se descubren a diario actos de corrupción como los de Pío, Bartlett y otros que son pasados por alto y, en el asunto de la fraternidad, que debemos entender como sinónimo de unión y buena correspondencia entre hermanos, un principio filosófico proclamado por algunos gobiernos, está muy lejos, muy alejado por el “están conmigo o están contra mi…” proclamado por López Obrador.
Creo que vamos bien si tampoco hablamos del fracaso del sistema de salud mexicano que en nada se parece a los mejores del mundo igualmente proclamado por AMLO y no sólo en la atención a la pandemia sino desde antes, cuando del Seguro Popular el gobierno cambió a un INSABI, que a dos años visto y en medio de la crisis del Coronavirus carece de lo más estricto para combatir y atender adecuadamente no sólo al más de un millón de personas infectadas por la enfermedad y más de cien mil muertos que tiene a México rankeado en el último lugar según el más reciente estudio sobre la atención de 53 países a este mal mundial elaborado por Bloomberg, sino a todos los mexicanos.
No digamos ya del brutal desabasto de medicamentos, vacunas de todo tipo y otras pifias que ponen a México y a los mexicanos al borde de un desastre real y que por la magia de unas palabras mañaneras tratan de minimizar estos que son hechos; en duras palabras reales es un fracaso.
Ya en diciembre pasado, (2019) México acusaba una desaceleración de la economía mexicana y al final del año el Producto Interior Bruto (PIB) de México cayó un 0,1% según los datos publicados en su momento por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
A la fecha, un año después el decrecimiento de la economía mexicana para el 2020 se estima caerá en el orden del 9.9 por ciento de la mano de una contracción de nueve por ciento en la actividad económica en conjunto y, todo esto, aparte de que pudiera ser atribuible a los efectos de la pandemia del Covid-19 es culpa, sin duda, de las acciones del gobierno de MORENA que provocaron tal desconfianza entre los empresarios, que aplicó no sólo un freno, sino una marcha atrás a las inversiones pública y privada que hoy tiene a este país a una recesión, aún antes de la llegada de la pandemia. Así estamos a dos años de gobierno de AMLO, algo qué celebrar? Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables… Siempre hemos sostenido la tesis que los males de México y los mexicanos nos llegan por trienios o sexenios, así que, aguantemos un poco más y el próximo mes de Julio del 2021, si lo deseamos los mexicanos, podemos cambiar algunas, (no todas) cosas. Conste.
Periodista desde hace 40 años, ha laborado en todos los diarios de gran formato del Estado de Puebla con información, preferentemente de la Sierra Norte de Puebla.